Asocian el pesimismo con mayor riesgo de demencia y Alzheimer

Jun, 2020

08/06/2020 12:11

Ser pesimista no nos aporta nada bueno desde el punto psicológico, pero ahora la ciencia acaba de demostrar que también tiene consecuencias en nuestra salud. Un nuevo estudio ha encontrado evidencias de que el pensamiento negativo repetitivo en la edad adulta está relacionado con el declive cognitivo y con mayores depósitos de dos proteínas dañinas responsables de la enfermedad de Alzheimer.

"Proponemos que el pensamiento negativo repetitivo podría ser un nuevo factor de riesgo para la demencia", señala la autora principal de la investigación, Natalie Marchant, psiquiatra e investigadora principal del departamento de Salud Mental del University College de Londres (Reino Unido).

Los científicos han analizado el proceso que nos permite recordar en la edad adulta y concluyen que es similar al que desarrollamos en la juventud

En su experimento, que han detallado en la revista científica 'Alzheimer’s & Dementia', los investigadores midieron las conductas de pensamiento negativo, como el pensamiento rumiativo sobre el pasado y la preocupación por el futuro, en más de 350 personas mayores de 55 años durante un período de dos años. Alrededor de un tercio de los participantes también se sometieron a una exploración cerebral con TEP (tomografía por emisión de positrones) para medir los depósitos de tau y beta amiloide, dos proteínas que causan el Alzheimer, el tipo más común de demencia. Las exploraciones mostraron que las personas que pasaban más tiempo pensando negativamente tenían más acumulación de tau y beta amiloide, peor memoria y mayor declive cognitivo en un período de cuatro años en comparación con las personas que no eran pesimistas.

Mayor acumulación de proteínas dañinas

El estudio también examinó los niveles de ansiedad y depresión y descubrió un mayor declive cognitivo en las personas deprimidas y ansiosas. Pero la acumulación de tau y amiloide no aumentó en las personas ya deprimidas y ansiosas, lo que llevó a los investigadores a sospechar que el pensamiento negativo repetido podía ser la razón principal por la que la depresión y la ansiedad contribuyen al Alzheimer.

"Este es el primer estudio que muestra una relación biológica entre el pensamiento negativo repetitivo y la patología del Alzheimer"

"Muchas personas en riesgo no son conscientes del impacto negativo específico de la preocupación y del pensamiento rumiativo directamente en el cerebro", explica a 9News Richard Isaacson, fundador de la Clínica de Prevención del Alzheimer del Presbiteriano de Nueva York y del Centro Médico Weill Cornell. "Este es el primer estudio que muestra una relación biológica entre el pensamiento negativo repetitivo y la patología del Alzheimer, y ofrece a los médicos una forma más precisa de evaluar el riesgo y ofrecer intervenciones más personalizadas".

Es "importante señalar que esto no quiere decir que un período corto de pensamiento negativo vaya a causar el Alzheimer", aclara Fiona Carragher, directora de políticas e investigación de la Sociedad de Alzheimer en Londres. "La mayoría de las personas del estudio ya fueron identificadas como de mayor riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer, por lo que necesitaríamos ver si estos resultados tienen eco en la población general", dijo, "y si el pensamiento negativo repetido aumenta el riesgo de la propia enfermedad de Alzheimer".

Efectos adversos para el organismo

Los investigadores sugieren que las prácticas de entrenamiento mental, como la meditación, podrían ayudar a promover el pensamiento positivo y a la vez reducir los pensamientos negativos, y planean futuros estudios para probar su hipótesis. "Nuestros pensamientos pueden tener un impacto biológico en nuestra salud física, que puede ser positivo o negativo", explica el coautor Gael Chételat, de la Universidad de Caen-Normandie (Francia). "Cuidar la salud mental es importante, y debería ser una gran prioridad de salud pública, ya que no sólo es importante para la salud y el bienestar de las personas a corto plazo, sino que también podría tener un impacto en el eventual riesgo de demencia".

Investigaciones anteriores apoyan esta hipótesis. Las personas que ven la vida desde una perspectiva positiva tienen muchas más posibilidades de evitar la muerte por cualquier tipo de riesgo cardiovascular que las personas pesimistas, según un estudio realizado en 2019. De hecho, cuanto más positiva sea la persona, mayor será la protección contra los ataques cardíacos, los ictus y cualquier causa de muerte. No es sólo el corazón el que está protegido por una visión positiva. Investigaciones anteriores han encontrado una relación directa entre el optimismo y otros atributos positivos para la salud, como una dieta más saludable y más ejercicio, un sistema inmunológico más fuerte y una mejor función pulmonar, entre otros.

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