Relación entre la masa muscular y la salud cerebral

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Artículo escrito por M.M.V.

El neuropsicólogo Bruno Ribeiro, especialista en estimulación cerebral, recuerda que el bienestar del cerebro depende en gran medida de decisiones cotidianas y que una parte sustancial de su cuidado está en manos de cada individuo. Durante su intervención en el pódcast Tiene sentido, el experto insiste en la importancia de adoptar rutinas consistentes que favorezcan el rendimiento cognitivo.

Ante la pregunta “¿Qué quiere comer nuestro cerebro? ¿Cuánto quiere descansar? ¿Cuánto quiere dormir?”, el especialista explica que alrededor del 80% del cuidado cerebral depende de hábitos que pueden mantenerse a diario. Subraya que estos comportamientos se enmarcan en la denominada medicina comportamental, basada en prácticas sostenidas que fortalecen el equilibrio físico y mental.

Los cuatro pilares de una buena salud cerebral

Entre estos hábitos, el sueño ocupa un papel determinante. Ribeiro recalca que “dormir bien es fundamental” y advierte de que “normalmente menos de 7 horas y media 8 horas no es adecuado”. Durante el descanso se consolidan las memorias y se realiza un proceso esencial de limpieza de desechos neuronales, algo que considera imprescindible para conservar una función cerebral óptima. Explica que esa fase actúa como un “taller” en el que el organismo restaura estructuras y optimiza conexiones.

El ejercicio físico constituye otro de los pilares que sostiene una buena salud neurológica. El neuropsicólogo recuerda que el cerebro consume una proporción importante del flujo sanguíneo y que un sistema cardiovascular eficiente contribuye a un suministro adecuado de oxígeno y nutrientes. Sin embargo, destaca que el músculo no solo interviene en la circulación, sino que libera proteínas y factores que favorecen la protección neuronal y la preservación de la corteza cerebral con el paso del tiempo. "Cuando hacemos ejercicio físico, por un lado, mejoramos el sistema cardiovascular, aumentamos el ritmo cardíaco, hay más sangre con más intensidad moviéndose en nuestro cuerpo. Pero también el músculo al ser estimulado, el ejercicio físico libera el factor neurotrófico cerebral que hace que el cerebro siga funcionando bien, siga en buenas condiciones", detalla.

Además, esto se ha podido comprobar durante la vejez. Cuando se analizan cerebros de personas de edad avanzada, se observa que la parte externa, donde se concentran la mayoría de las neuronas, "se ve cómo se va atrofiando con los años", mientras que "en estas personas que hacen actividad física no se atrofia". Por ello destaca que “hoy sabemos que va mucho más allá del sistema cardiovascular” y que la masa muscular adquiere un valor determinante en la preservación del tejido neuronal.

Menciona también la necesidad de mantener una alimentación rica en proteínas y ácidos grasos omega 3, ya que el cerebro está compuesto en gran parte de lípidos. Considera fundamental asegurar un aporte adecuado de estos nutrientes para proteger las estructuras cerebrales y, si fuese necesario, recurrir a suplementación. Añade que la red de apoyo social también influye de forma significativa en la capacidad cognitiva y en la calidad de vida, convirtiéndose en un factor clave en la longevidad.