Redes sociales y salud mental: una simulación dentro de otra

Jun, 2025 cerebro, memoria

Rodrigo Sierra (Psicólogo clínico y neurocientífico, cofundador de DespiertaMente) - paramita.org/ 

1. La simulación dentro de la simulación

Una de las contribuciones más significativas al mundo de la ciencia ficción —en mi humilde opinión— fue la saga de Matrix. Creada y dirigida por las hermanas Lana y Lilly Wachowski, esta historia —que terminaría con Matrix 4— nos planteaba la posibilidad de la simulación dentro de la simulación, reflejando lo que hoy vivimos con las redes sociales.

A medida que aumenta la tecnología en nuestro mundo y las formas de conectarnos, más nos desconectamos y comenzamos a crear submundos de apariencia en un mundo ya lleno de apariencias.

Ciertos estudios han encontrado que la mayor parte del contenido emocional compartido en las redes es positivo (1). En él, los autores buscan plasmar las facetas de su vida reforzadas por valores sociales deseados como felicidad, aventura, diversión y amistad. Paradójicamente, algunos de los sentimientos inducidos por la exposición a las redes incluyen soledad, envidia, depresión, ansiedad y estrés (2).

Con esta tendencia a lo positivo creamos un mundo digital de personas felices y realizadas, un mundo donde el acumular momentos de éxtasis es esencial.

Sin embargo, es una simulación dentro de la simulación. La vida plantea dificultades. En nuestro día a día muchos nos enfrentamos al reto de aplacar estados emocionales negativos o asumir roles sociales que quizás no desearíamos asumir.

Pero, para hacerlo más difícil, podemos añadir una capa más de simulación subiendo aquella foto que repetimos 3 o 4 veces hasta que muestre lo que estamos decididos a mostrar. En ocasiones, comenzamos a creer que ese mundo digital —tal y como sucede en Matrix— es real.

2. Redes sociales y salud mental

La mayoría de los adolescentes (97%) de 13 a 17 años tienen presencia en alguna de estas siete redes sociales: YouTube (85%), Instagram (72%), Snapchat (69%), Facebook (51%), Twitter (32%), Tumblr (9%) o Reddit (7%) (3).

Estudios científicos en la última década han logrado establecer que el uso de las redes tiene una fuerte asociación con:

▪ la disminución de las relaciones cara a cara (4)

▪ adicción a la utilización de internet

▪ participación en acoso escolar (bullying) (5)

▪ aumento de la presión social promovido por la comparación con otros (3)

La depresión ha sido uno de los problemas de salud mental más estudiados con respecto a los efectos negativos de las redes sociales. En uno de los estudios más recientes con la participación de más de 50.000 adolescentes se pudo establecer que el tiempo invertido en las redes está fuertemente relacionado con el desarrollo de síntomas de depresión, siendo esta asociación más fuerte en mujeres (6).

Los casos más severos de depresión pueden llevar al suicidio, que es la cuarta causa de muerte entre los 15 y 29 años (7). Lamentablemente, otros estudios han mostrado que el uso excesivo de redes sociales puede estar asociado con tales intentos (8).

3. Explotando tu dopamina

La dopamina funciona como un neurotransmisor en nuestro cerebro (ayuda en la comunicación entre las neuronas). Ha sido asociada con varios procesos como la memoria, el aprendizaje y el movimiento, pero también con los estados de ánimo, la motivación y la capacidad de sentir refuerzo o placer.

Algunas drogas, como la cocaína, actúan bloqueando la eliminación de la dopamina en las sinapsis (puntos de comunicación entre las neuronas), lo que aumenta la concentración y la agudeza mental, y promueve estados placenteros.

Como es bien sabido, el consumo de cocaína lleva a la adicción y, con ella, a todos sus efectos devastadores. Se ha sugerido que la utilización de internet, al igual que la de redes sociales, da lugar a comportamientos similares a la adicción, lo mismo que un uso no saludable de la tecnología (9). Como ya podrías imaginarte, las redes se han hecho expertas en alterar la dopamina y el sistema de recompensa de nuestro cerebro.

Por ejemplo, experimentos del psicólogo Frederic Skinner en la década de 1930 mostraron que los animales se mantenían más tiempo realizando alguna actividad que les diera un refuerzo (comida) si no sabían exactamente en qué momento este sería entregado. Es decir, no podían predecir el momento en el que llegaría aquello que deseaban.

¿Ya entiendes por qué los “me gusta” y las notificaciones nos mantienen expectantes? Porque no sabemos cuándo llegarán, así que cuando llegan… ¡voilà! la dopamina por las nubes.

Lo mismo ocurre con los juegos de azar y cualquier actividad gratificante donde el refuerzo o el placer no es predecible, simplemente nos mantenemos en ellos. Uno nunca sabe cuándo puede llegar.

4. La relación es el problema

El panorama anterior deja la sensación de que las redes sociales solo han llegado para deteriorar nuestro bienestar y el de las futuras generaciones. Sin embargo —y como siempre ha señalado el venerable Khenpo Rinchen Gyaltsen—, el problema se encuentra en nuestra relación con las cosas.

Esta afirmación ha sido respaldada por varios estudios. Por ejemplo, en casos como la esquizofrenia —donde las relaciones sociales se ven alteradas— se ha mostrado que la utilización de las redes puede facilitar la comunicación de estas personas sin empeorar los síntomas de su enfermedad (10).

Por otro lado, las redes sociales han permitido visibilizar problemas de salud mental combatiendo el estigma alrededor de este tema. Un estudio de 2017 mostró que las personas que decidían compartir sus problemas de salud mental en Twitter lo hacían en busca de ayuda y para escuchar las experiencias de otros en situaciones similares.

De hecho, compartir estas dificultades en las redes ha permitido la creación de grupos de apoyo donde es posible el intercambio de estrategias para afrontar estados emocionales aflictivos (11).

Aunque a este respecto debemos ser precavidos dada la abundancia de información falsa y de expertos no tan expertos.

Finalmente, un nuevo campo en la psicología clínica y la psiquiatría está emergiendo con las nuevas tecnologías, en particular con la inteligencia artificial. En la actualidad, el análisis del contenido de las publicaciones en redes está siendo estudiado para encontrar marcadores tempranos de recaídas en esquizofrenia (12), ideación suicida (13) y depresión, entre otras (14).

Así es, una buena relación con las redes sociales y la tecnología también podría salvar vidas.

5. ¿Quién construye la simulación?

A diferencia de Matrix, la simulación sobre la cual se sostienen las redes sociales depende en gran medida de nosotros. Las redes no son el problema, lo es nuestro comportamiento con respecto a ellas y la expectativa de gratificación que pueden brindarnos.

Esto aún lo podemos cambiar.

Reflexión

Contempla sobre las siguientes preguntas y cómo las respuestas podrían influenciar en tu relación con las redes sociales:

¿Qué sucedería si limitases el tiempo en las redes, por ejemplo, si establecieses un horario para entrar en ellas?

¿Cuáles son tus amistades en las redes? ¿Son todas positivas? ¿Aportan algo significativo a tu bienestar emocional?

¿Te has comparado con alguien más en las redes? ¿Qué sentimiento o pensamiento te ha producido dicha comparación?

¿Tienen tus publicaciones una inclinación solo hacia el contenido positivo? ¿Por qué?

Cuando abres cualquier aplicación en tus redes, ¿por qué lo haces? ¿Tienes algún objetivo para estar inmerso en ellas?

"LO QUE EJERCITAMOS LO CONSERVAMOS Y LO QUE NO, LO PERDEMOS"

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